¿En qué momento comenzaré a notar los movimientos del bebé?

Durante el embarazo, uno de los momentos más esperados por los futuros padres es cuando se experimentan por primera vez los movimientos del bebé dentro del útero. 

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Estos movimientos pueden manifestarse de distintas formas: pataditas, hipo, vueltas, giros… Estos movimientos son completamente normales y los irás sintiendo en mayor grado a medida que tu pequeño vaya creciendo. No obstante, es importante estar familiarizado con los distintos tipos de movimientos fetales que existen y reconocer cuándo es necesario consultar con el médico. 

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¿Cuándo comenzaré a sentir los movimientos fetales?

Por lo general, las madres primerizas suelen empezar a sentir estos movimientos alrededor de las 18 semanas de embarazo. Sin embargo, cada experiencia es única y algunas mujeres pueden sentirlos antes o después. 

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En el caso de embarazos posteriores, es posible notarlos antes, alrededor de las 16 semanas, ya que el útero puede ser más sensible al movimiento. 

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¿Qué tipos de movimientos fetales puedo experimentar?

Como hemos comentado, lo más habitual es comenzar a notar los primeros movimientos entre las semanas 18 y 22 del embarazo. Estos pequeños movimientos iniciales se sienten como pequeños aleteos o burbujas de aire.

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A partir de la semana 22 empezarás a notar las primeras patadas de tu bebé.

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Alrededor de la semana 24, podrás sentir movimientos más enérgicos y rítmicos en el abdomen que incluso se podrán apreciar desde fuera. Estos movimientos están asociados en su mayoría al hipo. El hipo fetal puede durar desde un minuto hasta una hora y es algo que puedes seguir experimentando durante el resto del embarazo. 

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A medida que avanza el embarazo, los movimientos del bebé se vuelven más pronunciados. Hacia la semana 28 es posible que percibas que el bebé se mueve de posición.

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Al llegar a las semanas 30-32, deberías sentir que el bebé se mueve varias veces al día. En este punto, el bebé tiende a girar menos y a centrarse en patadas y golpes. La actividad y el ruido durante el día a menudo calman a los bebés, lo que los lleva a dormir en ese momento y a estar más activos por la noche. 

En la semana 40, el bebé ha crecido considerablemente, y es posible que notes menos movimientos debido a la falta de espacio en el útero. 

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La disminución de movimientos fetales al final del embarazo es algo completamente normal, pero si tienes inquietudes es conveniente que consultes con tu médico para determinar si es necesario realizar un seguimiento a tu bebé.

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¿Qué causa los movimientos fetales?

Los movimientos fetales desempeñan un papel importante en el desarrollo físico del bebé. Estirarse y dar patadas son signos esenciales que nos indican que el desarrollo neurológico y de los músculos es el correcto. Además, prepara al bebé para su vida extrauterina. 

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¿Cuándo debería consultar con el médico? 

En primer lugar, es esencial observar el patrón de movimientos de tu bebé y estar alerta de cualquier cambio. Si en algún momento sientes que el bebé se ha vuelto menos activo o te preocupa la disminución de movimientos, no dudes en consultar con tu médico. Estos son algunos de los patrones ante los que es recomendable consultar: 

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• Ausencia de movimientos fetales a partir de la 24 semana de embarazo.
• Disminución de la actividad fetal que dura más de 12 horas.
• Si tienes dudas, puedes contabilizar los movimientos y consultar si experimentas menos de 10 movimientos en un período de 12 horas. 

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La evaluación de la actividad fetal es una parte importante de las visitas médicas durante el tercer trimestre del embarazo. El médico observará diversos aspectos como los movimientos de flexión y extensión de las articulaciones, el tono fetal, los movimientos respiratorios y otros signos que indican el bienestar del bebé. 

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