¿Cómo puedo aliviar el estreñimiento en mi bebé?

El sistema digestivo del recién nacido, como el resto de órganos y sistemas, es inmaduro y es cuestión de tiempo que vaya adquiriendo esa madurez. 

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Por esta razón, es habitual que en los primeros meses de vida nuestro bebé realice deposiciones con menor frecuencia, llegando incluso a realizar una deposición cada 6 o 7 días. Debes saber que, en principio, se trata de algo completamente normal que no debe preocuparnos. 

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No obstante, es importante que como padres sepamos reconocer cuáles son los síntomas más comunes de estreñimiento y cómo debemos actuar en caso de ser necesario. 

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¿Cómo deben ser las deposiciones del bebé?

Las deposiciones en el recién nacido son muy variables y, como hemos visto, se consideran normales en un rango muy amplio. Es decir, que podemos considerar normal tanto hacer 10 o 12 deposiciones al día como hacer una cada semana. 

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Lo más importante es saber reconocer lo que no es normal, como que las heces sean de color blanco o de color rojo. 

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Por otro lado, el color que no debe preocuparnos es el color negro, asociado al meconio. El meconio es la primera deposición del bebé, la cual expulsa en las primeras 48 horas de vida. 

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Posteriormente a la expulsión del meconio, podemos encontrar un espectro amplio en el color de las heces del bebé, siendo los más habituales el amarillo, el verde y el marrón. Estos colores son los habituales y, por tanto, no conllevan ningún signo de alarma. 

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Debemos tener en cuenta que el tipo de lactancia que reciba nuestro bebé puede influir en el aspecto de las heces. Generalmente con la lactancia materna el bebé realiza en torno a 8 y 12 deposiciones al día y suelen tener un tono amarillento. En el caso de la lactancia artificial, lo normal es hacer entre 1 y 2 deposiciones al día con una mayor consistencia que con la lactancia materna, pero del mismo color. 

¿Cuáles son los signos de estreñimiento del bebé?

El estreñimiento en bebés se caracteriza por un historial de 2 o menos deposiciones por semana, con acumulación significativa de heces o heces dolorosas y duras. Además, es posible que detectemos dolor abdominal y que nuestro bebé esté más irritable. 

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Por último, en algunos casos, puede aparecer sangre en las heces.

¿Qué causa el estreñimiento en el bebé?

Las causas del estreñimiento en bebés varían según la edad y la alimentación. Los bebés alimentados con leche materna pueden no defecar durante varios días debido a que la digieren muy bien y es completamente natural. En cambio, la lactancia artificial sí puede, en ciertos casos, propiciar el estreñimiento. 

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Además, a medida que se introducen alimentos sólidos las deposiciones del bebé tenderán a cambiar, siendo más común el estreñimiento temporal a medida que se va modificando la dieta y los niveles de fibra tienden a disminuir.

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En último lugar, factores como los cambios de rutina, el estrés, eventos como viajes o el inicio de la guardería y factores emocionales, también pueden afectar a las funciones intestinales del bebé. 

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¿Cómo puedo aliviar el estreñimiento de mi bebé?

En primer lugar, es fundamental que consultemos con el pediatra ya que su valoración profesional nos proporcionará pautas específicas que se adapten a las necesidades de nuestro bebé. 

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No obstante, además de seguir sus recomendaciones, vamos a compartir algunos consejos generales para abordar la situación desde casa tras la consulta: 

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• Realiza masajes suaves: se recomienda practicar masajes suaves en la barriga del bebé siguiendo las agujas del reloj. 
• Favorece una dieta variada y rica en fibra: si tu bebé ya consume alimentos sólidos, debes proporcionar una dieta variada en nutrientes y rica en fibra, evitando aquellos alimentos que favorecen el estreñimiento como el arroz, la pasta o la manzana.
• Garantiza una hidratación regular: para prevenir la deshidratación, lo que puede conllevar heces más secas. 
• Para aliviar los problemas abdominales: puedes aplicar calor en la barriga del bebé mediante un baño con agua templada. 
• Bajo indicación médica: si el estreñimiento no remite, el pediatra podrá recetar probióticos orales o laxantes orales. Pero siempre bajo prescripción médica. 

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¿Quieres aprender más sobre los signos de alarma en el recién nacido? Te recomendamos nuestro Curso de Atención y Cuidados del Recién Nacido, donde os ayudamos a reconocer cuáles son los signos de alarma por los que debéis preocuparos y cómo actuar en estos casos.